¿Son los gays aficionados al porno?

Aunque yo pensaba que esta pregunta en los tiempos que corren era innecesaria, parece que todavía anda por ahí la leyenda de que los homosexuales, pero sobre todo los hombres, son bastante viciosos sexualmente hablando, con lo que serían grandes consumidores de videos porno gays, ya sea en formato de películas o de forma online. ¿De verdad aún existen esos mitos? Pues sí, aunque te parezca increíble.

Lo primero, habría que analizar lo que significa «vicioso», que en este caso sólo se referiría a que están muy interesados en el sexo y en todo lo que tenga que ver con él; como si no se pudieran tener otros vicios, jeje. Y pensar que esa cualidad se adquiere simplemente porque tus preferencias sexuales se dirijan a personas de tu mismo sexo, ya parece una opinión bastante endeble; pero que encima, si eres hombre, todavía se vea aumentada, y te convierta algo así como en un salido, y encima maricón, pues oye, no parece que sea la impresión de gente muy inteligente.

Desde ya os digo que el contenido xxx gay gratis, aunque pueda parecer una tontería, es visto por bastantes usuarios heterosexuales, cosa que puede sorprender, pero que es así. Y por supuesto eso no quiere decir que nos encontremos ante depravados que sólo piensan en el sexo y en el porno, y la cosa no cambia porque seas homosexual. En nuestro grupo de amigos, hay de todo: unos obsesionados por el sexo, otros que van a lo que surjan, otros que quieren enamorarse o al menos tener algo de sentimiento antes de irse con otro tío a la cama, y otros que simplemente tienen otros asuntos en qué pensar; seguramente, a estos últimos se les llamaría anormales por no andar buscando sexo por ahí, ni nada que tenga que ver ello, así que no podría haber nada más alejado de ser un «vicioso».

Otro mito que se añade a este del interés desmedido por los asuntos sexuales sería el de la promiscuidad. ¿Quién no ha oído hablar de la legendaria infidelidad que las parejas gays se profesan? Parece que la condición homosexual también trae aparejado eso; y es otra tontería tan grande como la anterior. Ni consumimos más porno que nadie, ni pensamos en follar más que nadie, ni nos va la condición de pasar el día pensando en poner los cuernos a nuestras parejas. Los hay que hacen lo primero, otros que hacen lo segundo, y otros lo tercero; incluso, habrá quién tenga por afición las tres cosas. Pero eso de andar generalizando conductas en grupos de personas por tal o cual cualidad ya debería quedar en el olvido, ¿o acaso no hemos avanzado nada?

Las características personales de cada uno no deben ser tenidas en cuenta para señalar o etiquetar a ningún colectivo. Y luego habría que ver en qué se han basado esas características, pues quizá no haya sido precisamente por un estudio científico. Aquellos que dicen que los gays son aficionados al porno, al sexo o a cualquier cosa parecida, ¿han conocido a alguien que realmente sea así? ¿O de dónde ha salido ese rumor? ¿Han comprobado en sus propias carnes que esto es así? ¿Y saben de la suficiente cantidad de gays que son así para poder hacer una generalización? Como imagino que la respuesta es «no», seguro que ya comprendéis qué valor se le puede dar a estos dimes y diretes, que al fin son sólo eso, rumores sin sentido.

Lo que sí es cierto que nos gusta a los gays es la fiesta y la pachanga, y eso sí que lo digo con suficiente conocimiento de causa; realmente, no conozco a ninguno de nosotros que no estemos siempre dispuestos a ir de fiesta, aunque supongo que alguno habrá, por supuesto. No hay más que ver la que se monta con el gay pride, o como se conoce popularmente, la fiesta del Orgullo Gay; gente que es bastante reacia a salir del armario durante todo el año, no duda en disfrazarse de la forma más estrambótica y llamar la atención de forma escandalosa. Bueno, no estaría mal ahora comenzar con este tópico, que por lo menos es cierto: nos encanta el cachondeo.